Serendipity House

Increíble experiencia en casa de Jorge y Nardy. Han sido encantadores con nosotros. La comunicación fue perfecta antes de la llegada, organizándonos el traslado del aeropuerto a su casa. A la llegada nos explico todo lo necesario para movernos por la habana y nos aconsejo los mejores sitios y mas económicos para comer.
La casa y la habitacion estaban impecables y tanto ellos como pavel, estuvieron siempre a nuestra disposición. El barrio es tranquilo y esta cerca del centro andando.
El desayuno que nos prepararon estaba muy rico. Y no podemos dejar de mencionar las conversaciones con Jorge que fueron un placer.
100% Recomendable. Los mejores anfitriones que hemos tenido en cuba. Esperamos volver
Muchas gracias por todo

La estancia en la casa de Jorge y Nardy fue de lo mas acogedora, nos hicieron sentir como en casa tanto ami como a mis amigos. Los desayunos fueron espectaculares y las tardes con Jorge muy divertidas… Nos aconsejaron varios sitios para comer y visitar. Nos ayudo muchisismo con el cambio de dinero.
En definitiva si vuelvo a Cuba no dudaria en volver a su casa. Un saludo Familia os quiere la gente de Bilbao y aqui ya sabeis que teneis una casa, un fuerte abrazo.

Nuestra estancia en la casa de Jorge fue muy agradable. Jorge, Josué y Pável se portaron genial con nosotras y nos trataron de lujo.
La casa estaba bien situada, fuera de la zona turística y en una zona totalmente segura, con lo que puedes callejear y ver la auténtica Habana. Nos consiguieron transporte y nos dieron buenas recomendaciones. Los desayunos estaban genial. La habitación era espaciosa, con aire acondicionado.
En cualquier momento podías contactar con ellos por si tenías alguna duda/problema durante la estancia ya que estaban siempre dispuestos. Sin duda, acertamos con la elección!!

tuvimos un paso fugaz por esa casita. el vuelo llego tarde y nos privó de pasar mas rato con los anfitriones.
llegamos tardisimo, el calor era sofocante... el retraso el vuelo nos llevó enfadados, pero alli nos mimaron, nos acogieron con una sonrisa, ofreciendonos todo ( jajaja hasta su tabaco para calmar mis nervios).
nos gestionaron un traslado del equipaje que habiamos dejado en su hoga,r para que fuera llevado a casa de un conocido al dia siguiente, de forma barata y rapidisima.
fue nuestro primer contacto con la gente de cuba, y casi se convierten en alguien mas de la familia..
en cuanto a la habitación, estaba impecable. bonita casa de techos altos. una calle poco concurrida y con un amanecer placentero.
aire acondicionado (el mejor de todos los alojamientos donde estuvimos en 14 dias). y un desayuno maravilloso por dos pesetas.

gracias por hacer bonito aquellos momentos.

Jorge y, en su ausencia, Josue y Pavel nos han tratado como familia desde que hemos llegado y nos han ayudado con la mayor honestidad cuánto hemos enfrentado alguna dificultad. Cada vez que vuelva a La Habana ni me plantearé buscar otro alojamiento.
Se encuentra a muy escasa distancia de la universidad y de restaurantes para todos los bolsillos en una zona muy tranquila. Desde la casa fuimos andando hasta el capitolio, el malecón y las zonas mas ruidosas en un tiempo muy reducido y que en taxi se recorren por muy muy poco dinero y tiempo.
La casa es bonita, limpia y con un estupendo aire acondicionado para hacer frente a las temperaturas y humedad de La Habana. Pero lo que mas disfrutamos fue el tiempo que pasamos conversando con nuestros huéspedes.

¡Qué deciros de nuestra experiencia en casa de Jorge y Nardy!
Sólo tengo palabras de agradecimiento. La casa posee todas las comodidades que un huésped podría necesitar: aire acondicionado, ventilador, muebles para dejar las pertenencias y un baño con secador. Además, se encargaban personalmente de dejar la habitación ordenada y limpia para nosotros, fue todo un detalle.
La zona cuenta con restaurantes de calidad a los que ir a comer, a nosotros nos recomendaron varios sitios y todos nos gustaron (de hecho, repetimos).
Al margen de esto, Jorge y Nardy son dos personas maravillosas que en los meses previos al viaje resolvieron todas mis dudas e inquietudes (que fueron muchas), y que durante nuestra estancia se encargaron de aconsejarnos y ayudarnos en TODO. Algo que me parece fundamental, y que más he valorado al terminar el viaje, ha sido la importancia de alojarse con personas verdaderamente comprometidas, porque Cuba es un país que funciona de manera particular y, sin esta ayuda, habría sido mucho más difícil.
Uno de los mejores recuerdos que me llevo de La Habana son esos momentos de conversación en la casa, hablando del tema que fuera, porque es un gusto conversar con ellos.
GRACIAS por acogernos y por cuidarnos durante estos días.